DJ, locutor o influencer con micrófono: ¿qué queda del rol clásico en la radio actual?
🎙️ DJ, locutor o influencer con micrófono: ¿qué queda del rol clásico en la radio actual?
Hubo un tiempo en que la voz lo era todo. Un buen locutor con dicción impecable, voz profunda (o chillona, pero carismática) y un mínimo de decoro en la gramática podía hacer vibrar la radio desde Nueva York hasta San Salvador. Su misión: acompañarte mientras ibas en el bus, en el taxi, mientras tu mamá cocinaba o mientras vos hacías tareas con medio oído en el Walkman.
Pero… ¿y hoy?
Hoy cualquiera con un micrófono USB, una app y el ego en HD puede “hablarle al mundo”. Y lo hace, sin horarios, sin licencia radial, sin jefe de programación y con un séquito de seguidores que muchas veces ni siquiera saben qué es la AM. Bienvenidos a la era del influencer con micrófono.
🎛️ El locutor de antes: voz, disciplina y libreta de canciones
En los años 60s, 70s, 80s y hasta entrados los 90s, ser locutor en Latinoamérica o en Estados Unidos era casi como ser un sacerdote del sonido. La voz era educada. El lenguaje, medido. Y si se trataba de un DJ musical, su rol era también el de curador cultural: no sólo ponía música, sino que la presentaba, la conectaba con el oyente. Era guía, no animador de fiesta.
En América Latina, especialmente, la radio tenía una carga afectiva poderosa. Un locutor en una emisora AM o FM podía leer cartas de amor, anunciar defunciones, pasar complacencias, ser la voz de los pueblos. Y en los 80s, la llegada de los FM más musicales lo convirtió también en showman, aunque sin perder del todo la mística radial.
En Estados Unidos, los DJ eran figuras casi mitológicas: Wolfman Jack, Casey Kasem, y los presentadores de las college radios con voces cargadas de café, marihuana y literatura.
📱 El micrófono ahora lo tiene el influencer (literalmente)
Con la llegada del nuevo milenio y la democratización del internet, lo que antes era un privilegio profesional ahora es más libre… pero también más caótico. Hoy, las redes han transformado el micrófono en herramienta de todos: para bien y para mal.
El locutor ya no es el gatekeeper musical, ni el maestro de ceremonias sonoro. Ahora, su lugar lo ocupa:
* 🎙️ El podcaster independiente
* 🧠 La tiktokera que cuenta crímenes reales con voz de ASMR
* 🎧 El chico que mezcla música en Twitch desde su cuarto con luces LED
* 📸 La influencer que graba su “podcast” sobre relaciones mientras vende colágeno
Todos estos perfiles usan las formas de la radio, pero sin las normas de la radio. El resultado: un contenido a veces fresco y honesto, otras veces infumable… pero que igual tiene miles de plays.
🎤 ¿Y qué queda del locutor clásico?
Mucho más de lo que parece.
Aunque ya no tiene el monopolio del oído, el locutor clásico sigue presente en emisoras que entienden que la radio no es sólo “reproducir canciones”, sino crear compañía. Hoy más que nunca, algunas emisoras apuestan por rescatar ese tono humano, cercano, evocador. Acá en El Salvador, por ejemplo, emisoras como www.imagen-radio.com lo entienden muy bien: su propuesta musical con locución amable, nostálgica y sofisticada no grita ni baila por TikTok, pero acompaña, incluso cuando transmiten por TikTok y eso es algo que el algoritmo aún no sabe hacer.
En EE.UU., el renacimiento de ciertas radios públicas (como NPR) y de DJs curadores en plataformas como KEXP muestran que aún hay espacio para la voz que acompaña y no sólo entretiene.
🧠 Reflexión final: ¿enemigos o evolución?
Más que pelear entre el locutor clásico y el influencer con micrófono, tal vez podemos entender que todo es evolución sonora. Algunas voces se perderán en el ruido digital, otras se adaptarán, otras resistirán. Pero mientras alguien en algún rincón del mundo hable al micrófono esperando que alguien lo escuche... la magia de la radio, vieja o nueva, seguirá viva.
Así que... ¿vos de cuál sos? ¿De los que necesitan a un locutor que diga "te entiendo", o de los que prefieren un influencer que diga "seguime en todas mis redes"? 😏🎙️

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